(bitácora del TP de Historia - 4to. TM)
Advertencia: el texto publicado aun no ha sido corregido por el docenteLa Revolución en Grecia
La Revolución Griega (1821) fue la primera revolución nacionalista de la Historia, pero sobre todo fue la revolución que marcó el comienzo de las sublevaciones y de las guerras independentistas de los pueblos balcánicos contra su opresor, el Imperio Otomano. El poder turco era salvaje. Vivir bajo su dominio era correr el riesgo de ser influído por sus peores modos y más corruptas costumbres. Los pueblos cristianos debían pagar altos tributos, ceder a sus hijos a sus superiores y trabajar sin descanso. La tiranía no sólo era económica o social, sino también cultural. Así, por ejemplo, la escolarización estaba universalmente prohibida. Culturalmente, la ocupación resultó ser catastrófica. Los turcos adoptaron la parte material y tecnológica de los helenos, pero nunca adoptaron su cultura. La sociedad no tenia la suficiente fuerza y poder como para enfrentar al imperio Turco, así surgieron las sociedades clandestinas que tenían como objetivo liberar a su país y extender el sentimiento nacionalista las “Flikis Eteria".
A principios de Marzo de 1821, más de 4.500 voluntarios, 700 estudiantes y oficiales, se reunieron cerca de la frontera rusa. Su intención era promover la sublevación de la población griega, lograron incentivar la rebelión, pero los otomanos, que esperaban un mayor número de rebeldes, concentraron un gran ejército en la región y masacraron a los rebeldes. Muchos griegos, de Grecia y de a fuera, empezaron a congregarse y a jurar el lema "Libertad o Muerte", que se convirtió en el grito común de los independentistas (aún hoy, "Libertad O Muerte" es el lema nacional de Grecia). Entre estos griegos había un grupo de patriotas que jugarían un papel determinante en la lucha por la independencia. Estos patriotas eran los klefts.
Los klefts (significa en griego "ladrón") eran hombres libres griegos que vivían una vida independiente en las montañas. Eran auténticos patriotas que se habían hecho fuertes en las regiones más montañosas de Grecia cuando empezó la dominación otomana. Acostumbraban a llevar una vida de salteadores y bandidos para sobrevivir, pero sobretodo ejercían una suerte de guerrilla de montaña atacando expediciones turcas, a las que vencían aprovechando su mejor conocimiento del territorio. Muchos de los kapetanaioi ("capitanes o comandantes") de los klefts que habían jurado a través de la Filiki Eteria lograr la independencia de su Patria. Otros patriotas que se unieron a la causa pero que no eran klefts eran armatoli ("gendarmes").Todos estos patriotas se convertirían posteriormente en héroes nacionales cuando Grecia obtuvo la independencia. Con los griegos de la diáspora, los griegos de Grecia, los klefts y los armatoli en estado de sublevación contra el Sultán, se podía hablar de guerra total contra el dominio turco. Las batallas se expandían por toda Grecia. La primera ciudad en liberarse fue Tripolitsa, y después cayó Kalamata, gracias a los hombres de Kolokotronis. Durante las primeras semanas de guerra, más de 10.000 turcos perdieron sus vidas. Los turcos, decididos a vengarse, ocuparon la isla griega de Chios. Las masacres cometidas por los dos bandos atrajeron la atención del mundo a Grecia. Los griegos, determinados a ganar la Libertad con un coraje suicida, guiado únicamente por el patriotismo y por un irracional odio hacia los turcos, se estaban convirtiendo en héroes de toda Europa. Mientras, la guerra continuaba, el sultán turco consiguió refuerzos de Egipto y de Siria, pero también los Grandes Poderes se decidieron a intervenir, y una flota combinada de barcos de Inglaterra, Francia y Rusia se concentró frente a la bahía de Navarino para ayudar a los griegos:
- Rusia: por sus aspiraciones de llegar al mediterráneo por los Balcanes
- Austria: Por un deseo de expandir sus dominios en la zona
- Francia e Inglaterra: Se muestran recelosas ante la posible expansión territorial de Rusia por la zona y se manifiestan en contra.
Los barcos de las fuerzas del Sultán acudieron también a Navarino para contrarrestar la flota europea, desencadenándose una espectacular batalla naval frente a los acantilados de Grecia. La batalla significó una gran derrota para el Sultán, que furioso, invocaba la "guerra santa". Pero con el envío de tropas de asistencia a Grecia desde Rusia, otro país ortodoxo, el sultán empezó a comprender que Grecia iba hacia la independencia sin oportunidad de evitarlo. Finalmente, en 1829, 8 años después de haber comenzado la Revolución, el Sultán reconocía la independencia de Grecia.
El ejemplo de los griegos sirvió a los otros pueblos cristianos ortodoxos de los Balcanes para iniciar sus propias luchas independentistas. Pero estas luchas, con un Sultán malherido, fueron mucho más fáciles que para los griegos. A su vez, el hecho de que algunas de estas guerras se superpongan entre si complicó las cosas aún más al Sultán, que se veía obligado a atender diferentes circunstancias a la vez. La guerra de la independencia de Grecia había sido la más dura, la más sangrienta y la más cruel, pero el esfuerzo de los patriotas griegos sirvió para acabar con la tiranía otomana y propiciar la libertad de los demás países balcánicos.
Hoy, el Estado Griego cubre el 90% de los griegos del continente griego y de las islas. Pero sigue habiendo un 10% que vive bajo un Estado diferente, a la espera de ser liberados. Por eso, hasta que todos no sean liberados y puedan vivir bajo el manto del Estado griego, la Guerra de la Independencia no habrá acabado. No hay que olvidar que para muchos griegos Atenas no es la auténtica capital de Grecia; es sólo una capital provisional mientras Constantinopla, la auténtica capital de la Hélade, sea liberada. La Revolución Griega es nacionalista porque busca la independencia. Y es liberal porque se basa en las libertades y derechos individuales. Grecia consigue la independencia gracias al apoyo de Rusia y Francia. Esto puede sorprender, ya que estos dos países son absolutistas y están apoyando una revolución de tipo liberal.
La revolución en Francia – 1830
En 1830 se produjo un nuevo ciclo revolucionario, en plena etapa restauradora, caracterizada por una aguda reacción conservadora y el restablecimiento de la Iglesia Católica como poder político en Francia, los autores de esta restauracion defienden el poder divino de origen monarquico. Esta revolución consistió en levantamientos liberales encabezados por las poderosas clases medias: la burguesía, formada por ricos industriales y comerciantes y en la que también se hallaban integrados los intelectuales, no cesaba de agitarse, buscando de una u otra forma su acceso definitivo al poder.
Francia fue el primer país europeo en revolucionarse, este hecho se produjo durante el reinado de Carlos X. Las causas de la revolución pueden dividirse principalmente en el plano económico y político. Desde el punto económico las causas se refieren principalmente a la profunda crisis agraria e industrial que se vivía en ese momento, en la cual, los precios de los alimentos se elevaron desmesuradamente y los impuestos se mantenían, de modo que cualquier crecimiento o intento de supervivencia de parte de los campesinos se veía dificultoso. Ante esta situación los campesinos franceses presionaron para que se rebajaran los impuestos y así poder salir de tal miseria, pero la respuesta de Carlos X (influenciado por terratenientes a quienes la crisis no les afectaba en gran medida) fue negativa.
Las causas políticas o ideológicas se deben a que en la Cámara existía una mayoría liberal desde 1827 y cuando dos años más tarde el rey de esa época entregó el poder al príncipe de Polignac, uno de los antiguos emigrados, quien fue el detonante de todas contradicciones contra Carlos X y los diputados de la Cámara liberal, quienes solicitaron su destitución. Ante dicha determinación Carlos X disolvió la cámara, y convocó a nuevas elecciones, pero esta vez, redujo el numero de los votantes y restringió la libertad de prensa para asegurar un triunfo beneficioso para su gobierno. Pero de nuevo sus resultados volvieron a arrojar una mayoría liberal, que ahora exigía la dimisión de los ministros. El ministerio Polignac no estaba dispuesto a aceptar las exigencias de la oposición y encargó a Pernnet, ministro de justicia, la redacción de unas ordenanzas que fueron promulgadas el 26 de julio de 1830 y que venían a decir lo siguiente: 1) Se suspendía el régimen de libertad de prensa existente; 2) se disolvía la Cámara recientemente elegida; 3) el número de diputados se reducía a 258 y se establecía que la Cámara sería elegida por cinco años, siendo renovable en su quinta parte cada año; 4) se convocaban nuevas elecciones para el mes de septiembre siguiente.En realidad se trataba de un auténtico golpe de Estado, mediante el que se destruía la Carta que había sido aprobada en 1814. Pero los periodistas y diputados afectados, con el apoyo de los trabajadores lograron que Carlos X abdique luego de las tres gloriosas jornadas del 27, 28 y 29 de julio. Una masa de gente, entre la que se mezclaban obreros, guardias nacionales, estudiantes y antiguos militares, ocuparon las calles de la capital y obligaron a rendirse a los cuerpos de guardia que se encontraban aislados.Ante el peligro de que la revolución cayera en manos de los republicanos, los diputados liberales se decidieron a tomar las riendas del movimiento. El rey se retiró a Rambouillet y el 3 de agosto abdicó ante una comisión de revolucionarios. La propuesta general en Francia era transferir la Corona al duque de Orleans.
Finalmente, dos días más tarde el duque de Orleans fue proclamado rey. Si bien pertenecía a una rama de la familia de los borbones, tenía ciertas influencias revolucionarias provenientes de su padre. También era conocido como "Rey de los franceses por la Gracia de Dios y el deseo de la nación" y "el rey burgués" lo que da la pauta del paso de una monarquía aristocrática a una burguesa, pero sin la instauración de un régimen republicano.
Una de las consecuencias fue triunfo del liberalismo, una corriente política que se oponía al poder absoluto y tenia como principios fundamentales la defensa de las libertades y los derechos individuales, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, la soberanía nacional, la división de poderes y la libertad de prensa. Lo que lograba este triunfo, era que, la constitución se tornara más liberal.
También lograron aumentar los derechos parlamentarios, y ampliaron la participación electoral. Esta revolución impulso, a otros países europeos a seguir su ejemplo, como Bélgica, Alemania e Italia, que se caracterizaron por movimientos nacionalistas (es decir, movimientos que afirman a la nación como comunidad de raza, lengua e historia, frente a las fronteras artificiales creadas por los derechos patrimoniales de las monarquías) y a diferencia de la revolución francesa, otros como Polonia y el Imperio Austrohúngaro, fueron países que luego de un tiempo se enfrentaron con revoluciones.
Más que el cambio de dinastía en el trono francés, las jornadas de julio de 1830 representaron el triunfo de la burguesía en Francia. El sistema que iniciaba su andadura a partir de esta fecha constituía un claro paso adelante de esta clase hacia el poder.
La revolución en Bélgica
“Las revoluciones de 1830 fueron acontecimientos basados en la Revolución Francesa, la cual proponía la división de poderes y el incremento de un nuevo término, la soberanía popular. Pero estas nuevas ideologías pensadas por el iluminismo, se veían afectadas luego de la derrota de Napoleón, y con la nueva Restauración, la cual detenía el desarrollo del liberalismo, nacionalismo y romanticismo, símbolos de las revoluciones europeas en el 1800.”
Con el sistema político de la Restauración, que parecía ir consolidándose cada vez más, Europa comenzó a andar en 1815 camino a la reconstrucción tras las guerras. Este proceso hace referencia al reestablecimiento del régimen monárquico interrumpido por las nuevas ideas que proponían la división de poderes. Ante la pérdida de poder, los más interesados eran los nobles y la gente de la realeza, quienes buscaban su antiguo lugar en la sociedad, los privilegios y el abuso de poder. Retomar esta etapa nuevamente implicaba la supresión de las medidas sociales, políticas y económicas dictadas por los ideales revolucionarios del siglo XVIII, principalmente las que se refieren a las constituciones y al postulado de la soberanía nacional. Bélgica era en ese entonces un país conectado social y económicamente con Holanda. Las principales diferencias entre estos países eran notorias e irritables para muchos belgos.
Para empezar desde el punto de vista religioso había un enfrentamiento entre una Bélgica católica y una Holanda calvinista, por otro lado las diferencias lingüísticas eran notables: el flamenco y el francés frente al holandés. Finalmente, existían diferencias económicas: una burguesía industrial belga ansiosa de poder participar en la política frente a una burguesía comercial holandesa. Con la restauración, el nacionalismo se opuso al orden territorial artificial; de ese modo los belgas no se sintieron integrados con Holanda. La revolución implicaba por su parte: El nacionalismo y el liberalismo.
Los orígenes del pensamiento nacionalista fueron consecuencias de la revolución francesa y de la expansión napoleónica por Europa. El nacionalismo se caracteriza ante todo por el sentimiento de comunidad de una nación.
Se abrió así camino a un nuevo tipo de relación, la del ciudadano libre dentro del marco del Estado-nación, aquel que conformaba una unidad en torno a elementos comunes como la lengua, la cultura, la historia y los intereses comunes. Los límites territoriales albergaban un Estado constituído por una colectividad claramente diferenciada de otras. Con respecto a Bélgica los acuerdos de paz hechos en el congreso de Viena en 1815 la unían nuevamente a Holanda, en el reino de los países bajos ejerciendo el poder Guillermo I.
Sin embargo muchos católicos belgas no estaban de acuerdo con tener un monarca protestante y muchos nacionalistas no querían la nueva unión, alegando una incompatibilidad irreparable, ya que las diferencias entre las lenguas, los intereses y la cultura eran inigualables. Fue así que en la Conferencia de Londres (1831), las grandes potencias Austria, Francia, Gran Bretaña, Prusia y Rusia aceptaron la independencia de Bélgica, a pesar del rechazo de Holanda.
Con respecto al Liberalismo es un conjunto de ideas que expresan un modelo político, defendiendo formas de gobierno basadas en: la división de poderes en legislativo, judicial y ejecutivo según los principios de Montesquieu, el Derecho de los ciudadanos a participar en la actividad política, directamente o a través de representantes elegidos y libertad de conciencia y de religión. En el aspecto económico las principales reformas son Libertad económica y sin control del Estado.
Con respecto a los belgas luego del congreso de Viena y de la nueva independencia con Holanda, estos redactaron una Constitución que estipulaba un poder legislativo bicameral elegido por propietarios varones y con un rey cuyos actos ejecutivos tenían que ser refrendados por un ministro responsable. Leopoldo I fue entonces el monarca elegido.
La separación de los mercados holandeses no fue fácil, pero los objetivos de Bélgica se imponían ante este problema.
Entonces podemos llegar a la conclusión de que el motivo de la revolución belga fue la necesidad de formar un estado-nación, y ejercer el Liberalismo, ideas extraídas de la Revolución francesa.
¿Cómo lo hizo? , a través de la separación con Holanda, país que interrumpía la formación del nacionalismo belga, y con la finalización de la Restauración, redactando una constitución en la cual se dividía el poder en legisladores y un monarca, dándole lugar así al modelo Liberal.
Los resultados de la revolución fueron los esperados. Tras la revolución de 1830 que condujo a Bélgica a la independencia, el Congreso (actual Parlamento) tuvo que decidir la manera de gobernar el país. Entre una minoría de congresistas rondaba la idea de hacer de Bélgica una república, pero teniendo en cuenta que en la época de su independencia la mayoría de los países vecinos estaban constituídos en reinos, el Congreso se decidió por la monarquía.
Ya desde su inicio quedaron definidos, e incluso limitados, los poderes del rey “todos los poderes emanan de la nación.” Esto refleja el temor que se tenia en ese entonces por el retorno del antiguo régimen monárquico y la precauciones que tomaban los iluministas de la época.
La revolución en Italia
Restauración: (Restablecimiento en un país del régimen político o de una casa reinante que existían y que habían sido sustituidos por otro: la restauración de la monarquía).
Una de las características de la restauración fue la vuelta a los principios del equilibrio europeo que había sido quebrantado por la Revolución Francesa y la política expansionista de Napoleón.
El intento de reafirmación de los principios del Antiguo Régimen fundamentados en el absolutismo monárquico y la preponderancia socioeconómica de los grupos privilegiados del Antiguo Régimen.
Las potencias más interesadas en la vuelta al pasado fueron Austria (Metternich) y Rusia (Alejandro I) apoyándose en otras como España y Prusia y, en menor medida, Francia. Gran Bretaña no secundó las tesis absolutistas.
Nacionalismo: (El nacionalismo es la doctrina o filosofía política que propugna como valores fundamentales el bienestar, la preservación de los rasgos identitarios, la independencia en todos los órdenes y la gloria y lealtad a la nación propia).
Una de las características del Nacionalismo, se vio reforzado a raíz de las revoluciones liberales burguesas. Frente a los vínculos personales en que sustentaba la lealtad al señor feudal o la sumisión al monarca absoluto, se abrió camino un nuevo tipo de relación, la del ciudadano libre dentro del marco del Estado-nación, aquel que conformaba una unidad en torno a elementos comunes como la lengua, la cultura y la historia. Los límites territoriales albergaban un Estado constituido por una colectividad claramente diferenciada de otras.
Liberalismo:
El liberalismo es una corriente de pensamiento filosófico, social, económico y de acción política, que promueve las libertades civiles y el máximo límite al poder coactivo de los gobiernos sobre las personas. Aboga principalmente por:
El desarrollo de las libertades individuales y, a partir de ésta, el progreso de la sociedad.
El establecimiento de un Estado de Derecho, en el que todas las personas, incluyendo aquellos que formen parte del Gobierno, estén sometidos al mismo marco mínimo de leyes.
Informe:
Las revoluciones de 1848, conocidas en otros países como La Primavera de los Pueblos o el Año de las Revoluciones fueron una ola de manifestaciones populares que se generalizaron en varias regiones de Europa en el primer semestre de dicho año. Se caracterizan mayoritariamente por su brevedad y rápida expansión.
Esta Revolución conmovió a Europa Occidental y Oriental. Iniciada en Francia, se extendió a Austria, Italia y Alemania donde los liberales y nacionalistas promovieron insurrecciones que luego cayeron vencidos por la reacción absolutista. Pero quedo latente el espíritu de libertad que inspiraba y movía a los patriotas de los pueblos oprimidos.
En la revolución se apoyaron nuevas fuerzas surgidas del pueblo, como la burguesía enriquecida e ilustrada y la clase obrera o proletariada, desocupada y empobrecida como resultado del incremento industrial originado por el maquinismo, fuerzas inspiradas en la nueva doctrina socialista que convulsionó al proletariado, al propiciar, reformas sociales y económicas, que mediante una mas equitativa distribución de la riqueza, mejorara las condiciones de vida del obrero.
En Nápoles se implantó una monarquía constitucional frente a la absoluta; en los Estados Pontificios la sublevacion hizo huir al Papa y se constituyó una República; el reino de Lombardía-Veneto se sublevó contra los austríacos y en el reino del Piamonte se creó una monarquía constitucional que creará el germen de la unidad italiana. En Italia el movimiento liberal fue promovido por la acción de las sociedades secretas, como la Joven Italia fundada, en 1831, por el patriota genovés José Mazzini. El territorio italiano, muy divido, se hallaba bajo el dominio de Austria, del Papado, del Rey de las Dos Sicilias, y del Rey de Cerdeña y Piamonte.
El movimiento liberal se inicio en el reino de Nápoles, cuyo soberano, Fernando II, debió otorgar una Constitución; en el norte y centro de Italia, la revolución estallo en Milán, Venecia, Toscana y en los Estados de la Iglesia donde se establecieron efímeras repúblicas.
El rey de Cerdeña, Carlos Alberto, que voluntariamente había dado una Constitución, apoyo a los insurrectos y declaro la guerra a Austria, pero fue vencido en Novara, en 1849. El rey de Nápoles abolió la Constitución y el Papa, refugiado en Nápoles, regreso a Roma. El absolutismo se impuso de nuevo en Italia con acepción del reino de Cerdeña y Piamonte, donde el rey Víctor Manuel II, hijo y sucesor de Carlos Alberto, respeto la Constitución otorgada por su padre.
La Revolución en Francia (1849)
La revolución que se dio en Francia en 1848 se vio impulsada por varios motivos. Encontramos por un lado la cuestión ideológica, puesto que en el continente hacían fuerte impacto las ideas del liberalismo, las corrientes nacionalistas, los intereses democráticos (reflejados, por ejemplo, en lo reclamos de sufragio universal) y el fuerte deseo de las clases trabajadoras de que fueran defendidos sus intereses. A esto se sumo también la reciente crisis económica causada por una serie de malas cosechas que afectó al sector agrario y que produjo, a su vez, una crisis industrial debida a un exceso de producción en un momento de caída de la demanda, lo que llevo a llamar a Paro a muchos obreros, generando tras de sí una situación de descontento con la administración, y una marcada inestabilidad social y política.
Al hablar de las “ideas del liberalismo” nos referimos a una ideología tanto política como económica que rechaza cualquier intervención del estado en la economía, y buscaba que el mercado funcione a través de las fuerzas naturales que lo dominan (aspecto económico), y exigía el respeto por las libertades ciudadanas e individuales, la existencia de una constitución que determinara los derechos y deberes de ciudadanos y gobernantes, la separación de poderes, y el derecho al voto (aspecto político). Por otra parte, cuando nos referimos a “corrientes nacionalistas” queremos hacer hincapié en el concepto de Nacionalismo, es decir, la doctrina que establece como fundamental el bienestar, la preservación de los rasgos identitarios, la independencia en todos los sentidos, la gloria y lealtad a la nación propia. Ante esta situación surgió el ciudadano libre dentro del marco del Estado-nación, que era aquel que conformaba una unidad en torno a elementos comunes (lengua, cultura e historia).
Todas estas causas influyeron en el proceso de Restauración (desembocando en revoluciones, en muchos casos), que se refiere a la lucha de la monarquia para legitimarse aún en contra de sus ciudadanos que siguió a la Revolucion Francesa y las Guerras Napoleonicas. Estas guerras habían esparcido las ideas antes nombradas (mas el socialismo) por toda Europa. Los monarcas europeos vieron estos movimientos como una amenaza a sus tronos. En respuesta, intentaron asentar su legitimidad monárquica y conservadora.
Además, Francia había sido gobernada, en loas años anteriores (desde 1830) por la alta burguesía, es decir el grupo económicamente más poderoso. Sus políticas buscaron siempre beneficiarse, y obviaron en su gestión los intereses y el bienestar de la media y baja burguesía y de la clase obrera, que se vieron perjudicadas.
Por otro lado, en 1847 Francia pasó por una grave crisis económica, producida a causa de malas cosechas que provocaron la suba de precios, y por lo tanto dificultaron el acceso a los alimentos haciendo que crezcan el hambre y las enfermedades entre la gente. Además, esto produjo una disminución en la demanda de productos, lo que devino en una sobreproducción que generó una pérdida a las industrias, contribuyendo más a agrandar la crisis.
La consecuencia de todo esto resultó en una situación de descontento general que, sumado a la influencia de otras corrientes ideológicas, generó que en febrero de 1848 el levantamiento del pueblo contra el gobierno. Los revolucionarios sitiaron el palacio de las Tullerias, donde se encontraba su gobernante (Luis Felipe) y lo obligaron a abdicar. En esta “revuelta” participaron al menos dos grupos bien definidos: Por un lado se encontraban los burgueses liberales (mayormente la baja buerguesía), identificados bajo una bandera tricolor, y por el otro, los obreros, que oprimidos por sus condiciones de trabajo salieron en reclamo de sus derechos, identificados con una bandera roja. Más tarde, los hechos dejarían en clara ventaja al primer grupo, que se alzaría sobre el segundo imponiendo sus ideas y retrasando una revolución social más profunda.
Un día después de que Luis Felipe abandonase el poder, el 25 de febrero de 1848, se estableció la llamada “Segunda República”, un gobierno que se fundó bajo las máximas de sufragio universal (masculino), libertad de prensa – respondiendo a los ideales democráticos que impulsaron el movimiento- , de asociación y de derecho de trabajo – siguiendo el modelo librecambista – y de sanción de leyes para los trabajadores, como por ejemplo el establecimiento de la jornada laboral de 10hs o la creación de los talleres nacionales(medida que también contribuyo a calmar los ánimos entre la alterada clase obrera.).
Entre febrero y mayo de este año, el gobierno provisional se encargó de establecer el sufragio universal, abolir la esclavitud en las colonias, eliminar la pena de muerte por delitos políticos y fundar los talleres nacionales, que más tarde serían cerrados por la burguesía en el poder, que creía que el estado no debía intervenir en la economía.
En abril se celebraron elecciones (bajo un sistema democrático), que dieron como ganadores a los demócratas moderados.
En el mes de Junio, los burgueses que habían apoyado la revolución y ahora estaban en el poder reprimieron al proletariado para establecer su autoridad y, de está manera, lograron lo que sería el inicio de la consolidación del sistema capitalista en Francia y además, retrasaron una revolución social que podría haberles costado el poder.
En noviembre, la Asamblea Constituyente formada a partir de la Segunda República sancionó una constitución que establecía, entre otras cosas, que el poder ejecutivo sería ejercido por un presidente (elegido por sufragio universal), y el legislativo, por una Asamblea Única.
En diciembre, Luis Napoleón Bonaparte fue elegido presidente., aunque para este momento el grupo en el poder era claramente una burguesía que se había vuelto conservadora al ver amenazados sus intereses, volviendo tal vez algunos pasos atrás, a los momentos anteriores a febrero.
Si bien la revolución fracasó, por no cumplir con los objetivos que tenía en un principio, no fue un hecho de poca importancia. El levantamiento que hubo en Francia en febrero de 1848 coincidió en tiempo y en algunas causas con otros levantamientos que hubo en Europa, que perseguían objetivos similares. Algunos podrían decir que el carácter idealista y quizás utópico que tuvo la revolución en un principio fue lo que la llevó a fracasar, pero nosotros opinamos que , si bien si eran tal vez cambios extremos para la época, no eran imposibles y estuvieron mal llevados (siendo el mayor ejemplo de esto los Talleres nacionales, que cerraron al no poder sostenerse). Por otro lado, el accionar que tuvo la baja burguesía que tomó el poder fue apuntando cada vez más a proteger sus propios intereses que a defender los ideales revolucionarios de un principio (y esto desembocó en la represión a los trabajadores en Junio), convirtiendo a la clase que prentendía en un principio cambiar la situación inicial en una que tomó actitudes similares a las de su predecesora.
Sin embargo, esta revolución, junto con las que se dieron en el resto del continente, sentaron las bases para futuros estados más democráticos, con sufragio universal y leyes para protección de los intereses de los trabajadores (que surgirían tiempo más tarde). Por otro lado, podemos resaltar la aplicación de las primeras ideas socialistas en los gobiernos de diferentes países.
La Revolución en Austria
Liberalismo:
Doctrina que se apoya en la propiedad privada de los medios de producción y no admite ningun poder por parte del Estado. Adopta el librecambismo y reclama la primacía de la libertad individual y la garantía de su ejercicio en lo político. Se rige en las leyes de mercado que se basa en la oferta y la demanda.
Defiende las libertades individuales y económicas.
Nacionalismo:
Doctrina que exalta en todos los aspectos el desarrollo de lo nacional y reivindica el derecho de practicar una política independiente basada en los intereses nacionales
También es un apego a la propia nación y a lo que le pertenece.
Restauración:
Reestablecimiento en un país de un régimen político que había sido sustituido por otro.
También es reestablecimiento de un régimen en una nación o un Estado
Informe:
En muchos aspectos, las revoluciones de 1848 estuvieron motivadas por las mismas causas que las de 1830, pero también hubo diferencias significativas.
Liberalismo y nacionalismo: al igual que en 1830, se pretende acabar con el absolutismo y el autoritarismo de las monarquías.
Ideales democráticos: en 1848 irrumpe con fuerza la reivindicación de la democracia, claramente separada de los planteamientos liberales. Se pide el sufragio universal, se exige un mayor contenido en las libertades constitucionales, se propugna una igualdad no sólo legal, sino social, y se defiende la República como forma de Estado.
Crisis económica: Hay una gran pre-crisis, muy compleja, que actuó desde diferentes vertientes:
Agrícola. Se produjo alrededor de los años ´45-´46. Hay una enfermedad que afecta a la patata, elemento básico de la comida, su pérdida supone la búsqueda de otro alimento básico, son los cereales, pero no sirven de mucho - hay poca cantidad- incapaz de alimentar a toda la población, como consecuencia de una gran sequía. Esta escasez provoca epidemias, inflación (llegó a subir un 50%).
Industrial. Se cierran fábricas textiles, el cierre provoca desempleo. Al bajar el volumen los medios de transporte (carretera, ferrocarril) paralizan su avance. La paralización provoca el cierre de las industrias suplementarias. Todo es una cadena que sólo provoca desempleo. Cuando el obrero se pare y se ponga a mirar a su alrededor verá como única culpable a la máquina, produciéndose destrozos en la maquinaria.
Bursátil. La dificultades de venta provocan el hundimiento de las acciones de las sociedades; los bancos no pueden hacer frente a las demandas de créditos; los fondos de los tesoros estatales se han destinado a comprar en el exterior productos agrícolas y se ven impotentes para sostener a las sociedades de créditos.
Crisis sociales: la pobreza y el paro hicieron aparecer formas incipientes de protesta obrera, frecuentemente dirigida contra las máquinas. Al mismo tiempo, los primeros socialistas, como Blanc, Blanqui y Proudhon, aportaron a la revolución una nueva ideología.
Las revoluciones de 1848, conocidas en otros países como La Primavera de los Pueblos o el Año de las Revoluciones fueron una ola de manifestaciones populares que se generalizaron en varias regiones de Europa en el primer semestre de dicho año. Se caracterizan mayoritariamente por su brevedad y rápida expansión. Al contrario que las oleadas revolucionarias de 1820 y 1830, esta nueva oleada tuvo gran repercusión en estados como Francia, Austria, Alemania o Italia.
Sufrieron oleadas revolucionarias ciudades como París, Berlín, Viena, Praga, Budapest o Roma
Tras el Congreso de Viena de 1815 las monarquías fueron restauradas en todos los estados donde las Guerras Napoleónicas habían instaurado otros regímenes. Se instauró el principio de legitimismo dinástico, por el cual las monarquías absolutistas que habían sido sustituidas por el dominio napoleónico fueron restablecidas. Este nuevo orden se impuso sin tener en cuenta la opinión pública, lo que dio paso a un fervor nacionalista (como el caso de los magiares que habitaban el Imperio Austriaco, y que reclamaron la independencia) y liberal que, junto con el desarrollo industrial, provocó el surgimiento de movimientos revolucionarios.
Las revoluciones de este año constituyeron básicamente una demanda de liberalización y, aunque fueron reprimidas, tuvieron gran repercusión.
Dentro de las revoluciones que se produjeron en este año, tenemos la de Austria, por la cual, se intentan llevar a cabo ciertas reformas, obligados por la presión revolucionaria. En otros territorios del imperio plurinacional también se oyen rumores revolucionarios: Hungría, Bohemia, Praga... pero serán meros intentos.
Es el tercer golpe contra la Restauración y presenta muchas novedades. Hasta ahora la revolución había sido dirigida por ilustrados, pues eso va a cambiar; ahora la dirección la van a tener los sindicatos obreros. Su presencia y la evolución de los otros grupos hace que los ideales sean distintos: no se va a luchar por una constitución, sino por la democracia. Se acabó aspirar al sufragio censitario, se va a pasar a luchar por el sufragio universal.
Hay que pasar de la soberanía nacional a la soberanía popular. Como el hecho monárquico frena constantemente el proceso, la república será vista como el sistema ideal, como la única manera de conseguir nuevos cambios. Las libertades que se proponen son más y más reales y profundas que las de anteriores revoluciones. Se lucha por una auténtica libertad de prensa, por una auténtica libertad económica y por unos regímenes de libertades reales, no solo escritas sobre un papel.
Austria es un conglomerado de naciones, hay múltiples naciones animadas a convertirse en países y naciones. La revolución del ´48 en Francia supone en Austria la caída del canciller Metternich y el hacer que el Emperador se comprometa a cumplir las reformas que se piden (que a las naciones se les reconozca su identidad, su constitución).
En marzo estalló en Viena la revolución. El canciller Metternich se vio obligado a dimitir y Fernando I (1835-1848) abdicó en su sobrino Francisco José I (1848-1916). Se convocó una Dieta Constituyente, pero en marzo de 1849 se restauró el absolutismo.
Paralelamente, todos estos movimientos levantan los ánimos de las fuerzas independentistas nacionalistas de Italia que intentan echar a los austríacos de la Lombardia, pero como estos nacionalismos no están bien organizados Austria consigue suprimirlos y restablecer el orden.
La Revolución en Alemania
Liberalismo:
Doctrina que se apoya en la propiedad privada de los medios de producción y no admite injerencia del Estado. Adopta el librecambismo y reclama la primacía de la libertad individual y la garantía de su ejercicio en lo político. Se rige en las leyes de mercado que se basa en la oferta y la demanda.
Defiende las libertades individuales y económicas, o sea la propiedad privada y fue pensado por Adam Smith.
Nacionalismo:
Doctrina que exalta en todos los aspectos el desarrollo de lo nacional y reivindica el derecho de practicar una política independiente basada en los intereses nacionales
También es un apego a la propia nación y a lo que le pertenece.
Restauración:
Reestablecimiento en un país de un régimen político que había sido sustituido por otro.
También es reestablecimiento de un régimen en una nación o un Estado
Revolución alemana de 1848:
La revolución se dió por el descontento de los campesinos y los trabajadores artesanos de las ciudades. Al fracaso de las cosechas en 1845 y 1846 vino a sumarse una sequía que arruinó la cosecha de cereal. Las malas cosechas llevaron a la elevación de precios agrícolas y a la contracción de la demanda de productos industriales, que se tradujo en el cierre de fábricas y el aumento de desempleados en ciudades que eran ya focos de protesta social. En ese clima de inquietud se recibieron ofertas de reforma política. Federico Guillermo IV de Prusia había convocado, en febrero de 1847, una Dieta Unitaria, con representantes de las ocho provincias, que fue disuelta cuatro meses más tarde, ante la negativa de su majestad a aceptar una Constitución escrita. Los liberales de Baden se habían reunido, en septiembre de 1847, y habían reclamado inútilmente libertades políticas y la elección de un Parlamento. Los liberales moderados del sur y del oeste de Alemania se reunieron días más tarde en Heppenheim y se inclinaron por llegar a la unificación política a partir de la Unión Aduanera.
Las causas de ésta revolución fueron: Las reivindicaciones de los sindicatos, las clases bajas tomaron mayor protagonismo en las desiciones políticas de la sociedad contribuyendo así al crecimiento de nuevos conflictos entre clases. Crece el nacionalismo, sobre todo, en el imperio Austrohúngaro y la confederación Germánica. Grupos con una lengua y cultura quieren formar un estado; el nacionalismo crece ya que se comienza a lograr una unidad política y los habitantes de éstos territorios quieren lograr una estabilidad para comenzar una etapa de reformas. Aparecen tres ideas nuevas, el socialismo, el anarquismo y el comunismo. El primero es un sistema de organización política y económica en el cual los medios de producción constituyen un bien colectivo; el segundo es la ausencia de gobierno en un estado; y la tercera es un sistema de gobierno que se basa en la abolición del derecho de la propiedad privada, la crisis económica, desde 1845. Se incitaba a los trabajadores a hacer manifestaciones y crear disturbios para conseguir mejoras laborales, gracias a esto la revolución se hizo presente en la vida de los habitantes de Alemania, si éstas manifestaciones no se hubiesen hecho escuchar posiblemente la calidad de vida de las personas de clases bajas hubiera disminuido.
El movimiento revolucionario que en Francia derribó a Luis Felipe produjo en Alemania una intensa conmoción: En casi todos los Estados estallaron motines y tumultos callejeros, en general sin derramamiento de sangre, pero de tanta energía que indujeron a los Soberanos a introducir ciertas reformas liberales en sus gobiernos.
El alzamiento de mayor violencia ocurrió en Prusia: En Berlín en el mes de marzo de ese año una sublevación popular ocasionó numerosas victimas y obligó a Federico Guillermo IV a conceder, aunque de muy mala gana, una constitución que garantizaba los derechos democráticos.
Ante ésta conquista, festejada en toda Alemania, los dirigentes liberales creyeron llegado el momento de realizar la “unidad nacional”: En ese mismo año se reunieron en Francfort, capital de la confederación, los diputados elegidos por el pueblo de todos los estados, y en congreso extraoficial proclamaron la unión de toda Alemania, con exclusión de Austria, en un solo imperio.
Luego, los Congresales ofrecieron la corona imperial al rey de Prusia. Federico Guillermo, indudablemente deseaba ser emperador, aunque no quería deber su titulo a los representantes populares, y por ello rechazó el ofrecimiento de esa corona, “tomada de la calle y amasada con barro y paja”. Su rechazo hizo fracasar la unidad alemana, y el congreso de Francfort quedó disuelto ante esta contrariedad.
Con todo, la iniciativa no había muerto: a los pocos meses, Federico Guillermo invitó a todos los soberanos alemanes (menos desde luego al de Austria) a reunirse en Erfurt para decidir ellos mismos la proyectada unificación. Viéndose así excluido, el emperador Francisco José envió un ultimátum y movilizó sus ejércitos; Prusia no se atrevió a aceptar el reto y prefirió disolver la reunión, y firmar en 1850 la “Convención de Olmuth” en la que prometía continuar dentro de la Confederación, como hasta entonces, bajo la presidencia austríaca.
De esta manera, Prusia quedó gravemente humillada, pero toda Alemania se convenció de que la unificación, solo podría lograrse previo al apartamiento de Austria.
Luego de la revolución se produjeron cambios estructurales muy bruscos que desencadenaron en el origen de una nueva Alemania. Un país nacionalista y liberalista ya que el sentimiento de revolución estuvo latente por varios años en las almas alemanas. Mucho terror también ya que las muertes fueron muchas. El sentimiento patriota por el país creció y se consolidó una unidad. Un Estado en el que todos tenían el mismo pensamiento: La restauración del sistema político con base democrática; logrado a través de la incesante lucha.
Para la conclusión del trabajo se puede decir que Alemania logró una consolidación por parte de las clases altas y bajas. Se logró un acuerdo socio-político, abarcando lo económico ya que los campesinos pudieron seguir con sus cosechas en el campo (Trabajo que antes había sido interrumpido pese a la sequía y a la mala administra alemana fue un gran beneficición por parte de los funcionarios del monarca).
Nosotros creemos que la revolución o para la gente de las clases bajas ya que lograron obtener una mejor calidad de vida y una estabilidad económica ya que sin la ejecución de dicha revolución no pudo haber sido logrado éste objetivo. Pese a que alguna minoría no estaba de acuerdo, la revolución no tuvo nadie que lo haya impedido.
La verdad que he leído todos los trabajos me resultaron muy buenos, pero en especial el grupo 7 que trabajó sobre la revolución alemana de 1848 me pareció muy bien redactado y con mucho contenido sobre la misma. Me parece que éste grupo fué el que más se destacó.
ResponderEliminarUn saludo a todos!!
P.D.: El curso piensa igual que yo. Solamente que el que tenía ganas de escribir el comentario fui yo.
si el turno tarde piensa igual
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